Biorrefinerías para apostar por un futuro circular sin residuos
Las biorrefinerías son instalaciones que tienen el potencial de cerrar el círculo de la biomasa y generar biocombustibles y bioproductos de valor añadido. Proyectos como CLaMber, URBIOFIN y Fraction buscan pasar de la demostración al escalado en un mapa europeo de biorrefinerías creciente, en el que cada escenario tiene sus propios retos, pero donde hay un objetivo común: residuo cero, sostenibilidad y autosuficiencia.
«Una biorrefinería es una instalación análoga a una refinería de petróleo, pero se utiliza otra materia prima, la biomasa, para obtener por un lado energía y por otro un amplio abanico de bioproductos, que pueden ir desde materiales a nuevos productos químicos o incluso alimentos», define Cristina González, secretaria técnica de la Plataforma Tecnológica Española de Química Sostenible SusChem-España. Para conseguir ese salto de la biomasa a la bioenergía y a los bioproductos pueden emplearse distintos procesos: físicos, químicos, termoquímicos y biotecnológicos.
Por su propia conceptualización, las biorrefinerías tienen un papel fundamental en la economía circular y la transición de fósiles a renovables. España tiene un gran potencial por su gran cantidad de biomasa disponible, la importancia de la agricultura, la disponibilidad de suelo agrario, el clima y los conocimientos científico-tecnológicos de diferentes disciplinas. Sin embargo, la realidad es que estamos bastante retrasados respecto a otros países de Europa. Por ejemplo, España no cuenta con ninguna biorrefinería avanzada. Sin embargo, sí que existen algunas biorrefinerías operativas, tanto a nivel investigación como a nivel industrial. Estos son los tres proyectos relevantes en el panorama español.
- CLaMber, una biorrefinería demostrativa donde experimentar con el guayule
- URBIOFIN, una biorrefinería para la parte orgánica de los residuos urbanos
- Fraction, obteniendo polímeros y recuperando disolventes
En la mayoría de las biorrefinerías de los países de la Unión Europea se usan recursos agrícolas como principal fuente de materia prima, pero hay otras opciones por explorar, como los residuos y recursos marinos, por ejemplo, las algas. En la iniciativa SCALE se va a construir, con la participación del centro de investigación español TECNALIA, la primera biorrefinería de microalgas a escala industrial, para aprovechar todo su potencial biológico al mismo tiempo que se garantiza un alto nivel de control. De ahí saldrán bioproductos destinados a nutrición, alimentación y bebidas, cuidado personal y bienestar.
Para explorar más en profundidad los tres proyectos más relevantes de biorrefinerías en el panorama español haz click en la fuente. Si te ha gustado esta publicación dale a compartir.
Fuente: retema