Los restos de la poda del olivo se convierten en plástico para piezas de automóvil gracias a Ford
Ford ha activado el un proyecto COMPOlive en el que las ramas y hojas de los olivos se convierten en fibras que se combinan con polipropileno reciclado para crear un bioplástico en el que el que los residuos olivareros representan el 40% y el polipropileno el 60% restante. El material se ha empleado para fabricar reposapiés y elementos del maletero y ofrece una robustez y durabilidad adecuadas.
El uso de residuos de poda para fabricar piezas de vehículos reduce el uso de plásticos de origen fósil y, al tiempo, evita que ramas y hojas se quemen para eliminarse como se hacía hasta ahora. Al tiempo, se facilita a los agricultores un ingreso adicional y, también, se reducen costes para los fabricantes radicados en España, ya que pueden obtener sus componentes a partir de materiales de origen nacional que podrían llegar a ser más baratos que el plástico fósil. Incluso, se abre la puerta al desarrollo de plantas de bioplástico en entornos rurales como los que concentran las plantaciones de olivar.
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Fuente: elnacional.cat