Los productos sostenibles y sustitutivos del plástico se imponen en el salón Hispack
El salón Hispack tuvo lugar entre el y el 10 de mayo en el recinto ferial de Gran Vía con la mirada puesta en la economía circular de los envases y productos para el embalaje. La cita reunió a unas 800 empresas de un sector que factura unos 40.000 millones de euros, y que cubren desde el ecodiseño del producto, la exploración del material utilizado, el etiquetado o la maquinaria y la logística vinculadas al negocio. Entre las propuestas destacaron embalajes con capacidad de disolverse en el agua para evitar la acumulación de plásticos en el mar, algunos incluso de comestibles o elaborados a partir de residuos alimenticios, y soluciones para eliminar elementos como el plástico de burbujas o envoltura de las botellas de bebida.
El salón reunió un conjunto de propuestas transversales, todas ellas vinculadas al mundo del embalaje y envases, con una apuesta por el producto biodegradable, componible, reciclable y, en general, respetuoso con el medio ambiente. «Las empresas buscan soluciones creativas, a partir del desarrollo de plásticos bio o productos reutilizables», apunta el director de Hispack, Xavier Pascual.
Con este espíritu, la investigación se ha centrado no sólo en reutilizar materiales, sino también en crearlos a partir de otros residuos. Uno de estos casos es el centro de investigación AIMPLAS, que ha creado productos como envases o vasos a partir de restos de queso, patata, aguacate o café.
Otra opción pasa por utilizar un producto natural como lo es la caña de azúcar para hacer materiales funcionales que sustituyan al cartón. Es la propuesta que llevó la empresa colombiana CañaPack, que cada año fabrica unas 280.000 toneladas de papel realizado únicamente con caña de azúcar.
Biodegradables y respetuosos
El centro de investigación AINIA, con sede en Valencia pero también presente en Barcelona, presentó algunos de sus productos elaborados a partir del análisis. Uno de ellos es una cápsula de café totalmente biodegradable: «Este tipo de cápsulas suelen descomponerse en tierra firme, pero las que hemos ideado también pueden hacerlo en el mar, en un plazo de dos años», explica la product manager de ‘AINIA, Laura Martín.
De sus laboratorios también ha salido otro artilugio, una bolsa para envolver productos alimenticios, como frutos secos, totalmente biodegradable: «Incluso te la puedes comer», añade Martín, quien destaca que está hecha a base de maíz.
La investigación de las empresas busca facilitar la sustitución de plástico por cartón en todos los ámbitos, como el protector de burbujas. Es el caso de la firma DS Smith, una de las principales del sector del embalaje y que propone un tipo de cartón ondulado para ofrecer el mismo efecto de forma más sostenible. «También proponemos un embalaje que elimina el plástico para envolver las botellas de agua o de refrescos, y hacemos una apuesta por una alternativa a los envases de plástico que rodean a los briks de leche«; apunta al director de ventas, marketing e innovación de DS Smith Packaging en España y Portugal, Luis Serrano.
La feria dedicó un pabellón entero a la robótica, con instrumentos que mecanizan procesos en cadena de embalaje y transporte de productos en una planta.
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Fuente: ccma.cat