Uso de residuos de biomasa para crear fertilizantes sostenibles de bajo coste
El uso de fertilizantes convencionales en la agricultura mundial no es sostenible por varias razones. Entre ellas, su elevada ineficacia de suministro, el importante consumo de agua y energía, y la alta incidencia de impactos ambientales negativos, como las emisiones de gases de efecto invernadero y la escorrentía de nutrientes contaminantes al agua.
Stony Brook y la Universidad de Queensland colaborarán en un proyecto cuyo objetivo es demostrar un nuevo tipo de bio-nanofertilizante a base de nanocelulosa para aplicaciones agrícolas, así como biogeles para la protección de infraestructuras y la reducción del impacto de la sequía. El equipo avanzará en una tecnología de residuo cero que crea productos de nanocelulosa de alto valor a partir de cualquier materia prima de biomasa (residuos agrícolas infrautilizados, papeles y cajas reciclados y residuos alimentarios), que pueden ser utilizados por profesionales y científicos para diversas aplicaciones de lucha contra el cambio climático.
Las dos universidades reciben de la NSF un premio Cohort Phase 1 Convergence Accelerator Award para 2023 con el fin de seguir trabajando en torno a la investigación sobre nanocelulosa. Stony Brook recibirá 570.000 dólares como institución principal. El premio acelerador está diseñado para seguir desarrollando una base en torno a la tecnología y crear un equipo de investigación internacional de colaboradores de múltiples disciplinas.
Para más información sobre el proyecto podéis consultar su abstract.
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Fuente: news.stonybrook.edu