Europa ya descarto los biocombustibles de palma: ahora debe hacer lo mismo con los que se fabrican a partir de la soja
Más de 100 investigadores avisan a la Comisión Europea de los impactos de la soja en la deforestación, pérdida de biodiversidad e inseguridad alimentaria. El uso de esta materia prima para producir biocombustibles puede provocar el doble de emisiones indirectas que un combustible fósil tradicional.
El aviso coincide con un evento en el Parlamento Europeo con representantes de instituciones europeas, estatales, ONG y personal técnico, que debatirán sobre la importancia de que la UE aproveche la oportunidad para el abandono del uso de biocombustibles de soja, como ya se ha logrado con el aceite de palma, y proteger a los ecosistemas más biodiversos del planeta.
A pesar de tener un origen biológico por obtenerse a partir de recursos naturales, los biocombustibles procedentes de cultivos conllevan graves impactos sociales y ambientales. En concreto, los biocombustibles a base de soja provocan la deforestación y la pérdida de biodiversidad, especialmente en países de América del Sur, una realidad en aumento para satisfacer las necesidades de biocombustibles en Europa, que se ha multiplicado por cinco en siete años.
Asimismo, los terrenos dedicados al cultivo de biocombustibles compiten con los de alimentos, aumentando la inseguridad alimentaria al quemar cultivos como combustibles para el transporte, en un contexto de hambruna mundial.
Para limitar estas consecuencias e incentivar energías renovables ambiental y socialmente responsables, más de 100 personas del ámbito científico español se han unido —bajo el impulso de Ecologistas en Acción, ECODES y Transport & Environment— en esta carta enviada a la Comisión Europea, para que recoja la evidencia científica sobre los impactos de la soja y la catalogue como “materia prima de alto riesgo de causar cambios indirectos en el uso de la tierra” (ILUC, por sus siglas en inglés).
Un estudio encargado por la propia Comisión Europea demostró que los biocombustibles producidos a base de aceite de palma y de soja generan tres y dos veces más emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que el diésel fósil, respectivamente. Por este motivo, en 2019 la Comisión Europea catalogó el aceite de palma como materia prima de alto riesgo de ILUC y aprobó su eliminación gradual.
Sin embargo, la soja se quedó fuera, a pesar de que los cultivos de soja causan la deforestación en algunos de los ecosistemas más biodiversos del mundo, especialmente en América del Sur. El Parlamento Europeo y varios Estados miembros de la UE han manifestado claramente su oposición tanto a los biocombustibles de palma como a los de soja, solicitando una eliminación inmediata de ambos.
Para saber más sobre porqué Europa debe rechazar los biocombustibles que se fabrican a partir de la soja haz click en la fuente. Si te ha gustado esta publicación dale a compartir.
Fuente: econoticias.com