Ciudad Circular: estrategia local aplicada al mantenimiento de zonas verdes y mobiliario urbano
Una Ciudad Circular es la extrapolación del concepto de Economía Circular en todos los ámbitos activos de la ciudad y de forma concreta a la totalidad de los insumos vectoriales urbanos, como si de un organismo vivo se tratase, es un metabolismo urbano.
Los insumos vectoriales circulares para el servicio de conservación de la infraestructura verde y el mobiliario urbano son: El agua, la energía, los residuos y materiales, la biodiversidad, el arbolado y el coadyuvante transversal de la digitalización.
La ciudad en su actividad vital consume múltiples recursos, y el desprendimiento de éstos o su consumo en general, provoca impactos, afecciones, cambio climático, gastos económicos y ambientales que no son fáciles de revertir en un plazo de tiempo prudencial.
Una Ciudad Circular persigue la mitigación del cambio climático, cero emisiones de gases de efecto invernadero, es tecnológica, con sistemas de gobierno lo más autónomos posible de los diferentes servicios públicos y privados, es resiliente y sostenible, es capaz de adaptarse a nuevos escenarios económicos, sociales y ambientales, es salubre, mejora la calidad de vida de sus vecinos, y por supuesto, es autosuficiencia, es decir, aprovechamiento y retroalimentación de todos los recursos naturales propios para su autoabastecimiento y asimismo, es eficiencia económica por la maximización de la recirculación de los subproductos generados.
El objetivo y meta que subyace en la Estrategia de Ciudad Circular es el abandono del tradicional sistema de “producir, usar y tirar” y que se adopten las premisas de la circularidad en la gestión de los servicios públicos y en general en todas las actividades sociales y económicas de la ciudad.
Por abundar aún más en el concepto de la Estrategia, se trata de un planteamiento local, entendemos por experiencia que definitivo, y que radica en la idea de plantearse el objetivo de hasta qué nivel, hasta qué valor porcentual, en un servicio público en este caso, los parques y jardines urbanos, es capaz de satisfacer sus necesidades funcionales, sanitarias y estéticas relacionados con los elementos a conservar, a partir de sus propios subproductos, con recursos locales, con reaprovechamiento y retroalimentación de los flujos de consumo para circularizarlos y alcanzar el mayor nivel de autosuficiencia, para la reducción de consumo de recursos naturales prístinos. Todo un reto y una estrategia ambiciosa de máxima eficiencia, la autarquía como estrategia en la gestión de los servicios públicos.
Para conocer todos los vectores que producen beneficio circular haz clic en la fuente. Si te ha gustado esta publicación dale a compartir.
Fuente: eysmunicipales.es