NENU2PHAR: Para una cadena de valor sostenible y europea de materiales basados en PHA para productos de gran consumo
¿Te imaginas obtener productos bioplásticos a partir de un recurso sostenible y renovable como las microalgas? Este hito lo ha logrado el proyecto Nenu2phar (2020-2024), financiado por el programa europeo Horizonte 2020.
El Acuerdo de París, firmado en 2015 y con carácter jurídicamente vinculante para los países adheridos, tiene por objetivo trabajar para evitar que el incremento de la temperatura media global del planeta supere los 2ºC respecto a los niveles preindustriales y busca promover esfuerzos adicionales que hagan posible que el calentamiento global no supere los 1,5ºC. Para ello, los países firmantes a este pacto desarrollado en el marco de Naciones Unidas- entre ellos España-, se comprometen a reducir la emisión de gases efecto invernadero.
Se da la circunstancia que, según la Comisión Europea, la mitad de las emisiones totales de gases de efecto invernadero y más del 90% de la pérdida de biodiversidad y del estrés hídrico proceden de la extracción y el procesamiento de recursos.
Por este motivo, el sector de la bioeconomía europea está creando nuevas cadenas de valor sostenibles y apoyando el desarrollo de bioplásticos de forma rentable. Adicionalmente, se está trabajando en la valorización de los residuos en general y también del fin de vida de los envases plásticos.
Todo ello va en línea con la transición hacia una economía circular en la que se reduzca la utilización de recursos naturales para la fabricación de productos. Ello es posible al darle una segunda vida a los residuos en forma de nuevos materiales con nuevas aplicaciones, entre ellas los envases.
Por este motivo, han surgido nuevos bioplásticos basados en bacterias, hongos y algas, que no presentan contraindicaciones para los cultivos (no son cultivos que puedan ser consumidos por el ser humano), tienen una menor huella de carbono y se adaptan a las opciones de gestión sostenible de residuos, como el compostaje.
En este sentido, una alternativa prometedora son los polihidroxialcanoatos (PHA), una variedad de poliésteres renovables y biodegradables. Se pueden fabricar mediante una ruta puramente biotecnológica con una variedad de materias primas de biomasa ricas en carbono. Además, los PHAs se degradan espontáneamente en mares y ríos.
Los PHAs son una familia de biopolímeros de tipo poliéster, que se caracterizan por ser de base biológica, biodegradables y compostables y proporcionar variabilidad de propiedades según el tipo seleccionado. Tanto es así, que en la actualidad se presentan como una de las alternativas sostenibles con mayor potencial para sustituir a los plásticos convencionales derivados de combustibles fósiles.
El objetivo general del proyecto NENU2PHAR es desarrollar alternativas viables a los actuales plásticos de base petroquímica que sean sostenibles y biodegradables. En concreto, se crearán cultivos de algas ex profeso, que serán consumidos por bacterias también criadas para la producción de PHAs.
Para conocer los objetivos específicos, los resultados obtenidos y el consorcio que conforma el proyecto NENU2PHAR haz click en la fuente. Si te ha gustado esta publicación dale a compartir.
Fuente: itene.com