
Llucmajor contará con una nueva planta de compostaje de residuos orgánicos operativa en 2026
La primera piedra de la nueva planta de compostaje destinada a la fracción orgánica de residuos municipales (FORM) en el municipio de Llucmajor ha sido colocada este miércoles por el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés. Esta infraestructura es considerada clave para avanzar en una gestión más eficiente de los residuos en la isla.
El proyecto, que supone una inversión total de 30 millones de euros, cuenta con una financiación destacada de 20 millones provenientes de los fondos europeos Next Generation, conseguidos gracias a la gestión del Consell de Mallorca.
Capacidad y objetivos de la nueva planta
Durante el acto, Galmés destacó que la instalación tendrá la capacidad de gestionar hasta 57 toneladas de residuos orgánicos diarios, lo que equivale a 21.000 toneladas anuales. Esta capacidad permitirá generar un compost de alta calidad, que se utilizará en campos y jardines de toda la isla.
Según el presidente del Consell, «se trata de una infraestructura más para avanzar en el cumplimiento de los objetivos de reciclaje de la UE y que afianza nuestra apuesta por seguir trabajando en el reto de alcanzar el objetivo de residuos cero en Mallorca. Esto supone apostar por un modelo de protección ambiental que es clave en el futuro de nuestra isla».
En su intervención, Galmés subrayó que la recogida de la fracción orgánica ha aumentado un 35 % en los últimos dos años en Mallorca. Ante este crecimiento, el presidente insistió en que «el deber del Consell es mejorar las instalaciones para adaptarse a esta demanda y poder llevar a cabo una gestión de tratamiento de residuos de calidad».
Presencia institucional en el acto
El evento contó con la presencia de diversas autoridades, entre ellas, el vicepresidente segundo y conseller de Medio Ambiente, Medio Rural y Deportes, Pedro Bestard; el consejero de Turismo, Cultura y Deportes del Govern de les Illes Balears, Jaume Bauzá Mayol; el director general de TIRME, Antonio Pons Bascones; la directora insular de Residuos, Margalida Roig, y la alcaldesa de Llucmajor, María Francisca Lascolas.
Durante su intervención, el conseller de Medio Ambiente destacó la necesidad de implicar a toda la sociedad en el proyecto, señalando que «los hogares, las empresas y los comercios deben involucrarse para avanzar hacia la Mallorca que todos queremos».
Detalles del proyecto y plazos de ejecución
La nueva planta se ubicará en una parcela prevista en el Plan Director Sectorial de Residuos No Peligrosos de Mallorca y ocupará una superficie de 36.000 metros cuadrados. El proyecto está siendo ejecutado por TIRME, empresa concesionaria del servicio insularizado de tratamiento de residuos urbanos, y se prevé que esté operativa en 2026.
El proceso administrativo avanzó significativamente durante la actual legislatura. Un paso clave fue el 16 de noviembre de 2023, cuando el Consell y TIRME formalizaron el contrato para la construcción de la planta. Este acuerdo se materializó tras la aprobación de la modificación contractual que permitió aportar 4,9 millones de euros de los fondos europeos Next Generation.
Otro hito fundamental fue el 24 de julio de 2024, cuando el Consell obtuvo 14,2 millones de euros adicionales para financiar dos fases del proyecto, también con cargo a los fondos europeos. Con estas partidas, la institución insular ha alcanzado los 20 millones de euros en financiación europea, cubriendo así una parte sustancial de la inversión total.
Una apuesta por la sostenibilidad
El compostaje es un proceso biológico aerobio (con presencia de oxígeno) que transforma los residuos orgánicos degradables en un material estable e higienizado denominado compost. Este producto puede utilizarse como enmienda orgánica, favoreciendo el retorno de la materia orgánica al suelo y su reincorporación en los ciclos naturales.
Un aspecto crucial del proceso es la higienización del material, ya que las altas temperaturas alcanzadas durante la fermentación limitan la presencia de agentes patógenos en el producto final. En la nueva planta de Llucmajor, el compostaje se realizará mediante un reactor en el que se llevarán a cabo las fases de fermentación y maduración.
La planta tratará residuos orgánicos recogidos selectivamente, como los biodegradables procedentes de cocinas, restaurantes y mercados, así como residuos de parques y jardines que se utilizarán como material estructurante. Se estima que estos últimos alcanzarán una cifra de 16.109 toneladas anuales.
Un proyecto de interés general y estratégico
El Consell de Mallorca ha declarado la construcción de esta planta como obra pública de interés general, y el Govern de les Illes Balears la reconoce como un proyecto estratégico. Con esta iniciativa, la institución insular reafirma su compromiso con una gestión de residuos sostenible, avanzando hacia un modelo de economía circular que garantice la protección ambiental y el futuro de la isla.
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Fuente: retema.es