Biomasa y sostenibilidad
<strong>El sargazo y su posible uso como alternativa a los antibióticos</strong>

El sargazo y su posible uso como alternativa a los antibióticos

Las algas del género Sargasum, comúnmente conocidas como sargazo, abarcan aproximadamente trescientas especies de macroalgas marinas color café que se distribuyen en todo el mundo. Estas especies habitan en las regiones intermareales y submareales, formando grandes bosques submarinos. La gran mayoría viven adheridas a las rocas marinas y posteriormente se desprenden, llegando a las playas en determinadas épocas del año, donde son conocidas como “floración” o “arribazón”.

El sargazo es un alga japonesa que presenta una gran problemática en muchas regiones, pues compite con la vegetación acuática local y pone en peligro la biodiversidad al colonizar los fondos marinos. El Sargassum muticum llegó a Europa hace treinta años y en Galicia se la localizó por primera vez en 1985. Desde entonces, ha llevado a cabo una colonización imparable de la costa, afectando muy gravemente a las dos orillas de la ría de Vigo. Por otro lado, en el Caribe mexicano desde 2011 las playas se han visto inundadas por toneladas de sargazos de las especies Sargassum fluitans y S. natans, produciendo pérdidas económicas importantes al turismo, la pesca y al comercio local. En 2018 se recolectaron alrededor de ochenta y cinco mil toneladas de las playas de la Riviera Maya, y cada año la cantidad aumenta. 

Actualmente algunas especies de sargazo se usan como alimento y, en el caso de las especies invasoras, se busca utilizarlas para la elaboración de papel, bloques de construcción, bioplásticos, fertilizantes, biocombustibles y extracción de compuestos para fabricar productos de belleza. Esto gracias a que contiene una gran cantidad de compuestos de importancia comercial. Otros elementos de interés son los carbohidratos, destacando el alginato y el fucoidan, además de los polifenoles con capacidad antioxidante.

El alginato tiene múltiples aplicaciones como agente espesante y formador de películas y de geles. Se usa en las industrias alimentaria, farmacéutica, médica y en la impresión. Por otro lado, el fucoidan está causando gran interés en la comunidad científica por sus propiedades biológicas como anticoagulante, antitumoral, antimicrobiano y antioxidante.

Al igual que otras algas pardas, el sargazo contiene un alto contenido de polifenoles. Los principales polifenoles presentes en el sargazo son conocidos como florotaninos, y constituyen aproximadamente entre el 5-12% de masa seca del alga. Dichos compuestos han demostrado ejercer diversos beneficios a la salud de quien los consume y existe evidencia científica de que poseen un alto potencial para inhibir el crecimiento de microorganismos que causan infecciones importantes. Por todo ello, se ha propuesto el uso de estos compuestos fenólicos como una alternativa natural a los antibióticos, ya que actualmente existe un acelerado aumento de infecciones causadas por bacterias patógenas emergentes resistentes a antibióticos,como Campylobacter jejuni, que se ha convertido en la principal causante a nivel mundial de gastroenteritis infecciosa provocada por bacterias.

Como una alternativa para abordar la problemática que presentan estas algas, Ramón Pacheco Ordaz, investigador de estancia posdoctoral del grupo de trabajo de la profesora Gabriela Ramos-Clamont Montfort, de la Coordinación de Ciencia de los Alimentos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) (México), propone desarrollar nanocápsulas hechas a base de fucoidan y cargadas con florotaninos de sargazo, con el objetivo de disminuir la sobrevivencia y adherencia de C. jejuni al intestino.

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Fuente: soycobre.com; lavozdegalicia.es

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