El proyecto REPAPEL desarrolla nuevas soluciones de alto valor para aumentar la circularidad en la industria papelera
La obtención de productos con una huella de carbono menor, a través de la sustitución de materias primas vírgenes o no renovables, o la absorción del CO2 en el propio producto, es uno de los principales resultados conseguidos por el proyecto REPAPEL, que llega a su fin tras más de 3 años de trabajo de un consorcio de 11 empresas vascas de los sectores de papel, construcción, agua y químico, y la colaboración y apoyo de Aclima, el clúster vasco de medio ambiente, el Clúster de Papel de Euskadi, Tecnalia y CEIT. Las nuevas soluciones probadas y validadas en el proyecto REPAPEL para la industria papelera, que también involucran al resto de sectores participantes en el proyecto, consiguen aumentar la circularidad del sector, que en la actualidad ya recicla más del 78% del papel y cartón consumido.
Desde su comienzo en 2021, el proyecto REPAPEL se ha centrado en actividades de investigación industrial y el desarrollo experimental para la valorización de cinco corrientes de residuos de la industria papelera en tres áreas principales. En primer lugar, se ha evaluado a escala de laboratorio el rendimiento de tecnologías de extracción de materias primas y de tratamiento de residuos generados en los procesos de producción de la pasta y el papel. Por otro lado, se ha evaluado también la viabilidad de nuevos productos industriales, partiendo de las materias primas obtenidas en los procesos de extracción y tratamiento. Además, se ha trabajado en el diseño de una herramienta de apoyo a la toma de decisiones en la gestión de subproductos papeleros.
El intenso trabajo de estos 3 años, con una inversión de 4,5 millones de euros y el respaldo de Gobierno Vasco a través del programa Hazitek de la SPRI, ha permitido formular y testar nuevos productos industriales basados en materias primas recicladas; en concreto se han realizado ensayos para la construcción con hormigones prefabricados a partir de cenizas carbonatadas y lodos calizos, y mezclas bituminosas a partir de bioligantes basados en lignina.
La lignina también ha sido validada como base para el diseño de floculantes y tensioactivos utilizados en el tratamiento de aguas y la limpieza industrial. En términos ambientales y de economía circular se incrementa de manera notable el reciclado y la materia prima renovable, permitiendo un uso más eficiente y restrictivo de las materias primas vírgenes.
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Fuente: residuosprofesional.com